En el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo, es fundamental entender que todos los individuos tienen un papel crucial en la creación de un entorno seguro. Cada persona aporta su contribución específica y posee alguna forma de responsabilidad, ya sea regulada o no. Sin embargo, cuando esta responsabilidad se encapsula en un eslogan genérico como «la seguridad es responsabilidad de todos», se diluye su especificidad y, de repente, deja de ser una responsabilidad individual concreta.
El efecto espectador
Este fenómeno puede entenderse mejor a través del «efecto espectador”, un concepto psicológico que describe cómo la presencia de otras personas puede inhibir la intervención en situaciones de emergencia. En estos escenarios, como un accidente, los colaboradores suelen asumir que alguien más tomará la iniciativa para ayudar, lo que frecuentemente resulta en una inacción generalizada.
Las razones detrás del efecto espectador son complejas e incluyen factores como la difusión de la responsabilidad (cada individuo piensa que otro intervendrá) y la conformidad social (los colaboradores observan las reacciones de los demás antes de decidir actuar). La comprensión de este fenómeno ha impulsado iniciativas para educar sobre la importancia de la intervención y la responsabilidad personal en situaciones críticas.
La seguridad en Pirámide
Aplicando este entendimiento a la seguridad y salud en el trabajo, en ladrillos Pirámide la seguridad no es vista simplemente como una responsabilidad colectiva, sino más bien como una responsabilidad individual y específica para cada miembro de la organización. Esto significa que cada persona, según su rol, nivel, competencia e influencia, tiene una responsabilidad clara y definida respecto a la seguridad y la salud en el trabajo.
Para fomentar una cultura de seguridad efectiva, es esencial promover una visión realista, crítica y diversa de la organización, que reconozca y valore el papel, la voz y la contribución de los diferentes actores y niveles implicados. Cada miembro del equipo Pirámide debe sentirse personalmente responsable y consciente de su papel específico en la seguridad, evitando la confusión que puede surgir de eslóganes que, aunque bien intencionados, pueden resultar ambiguos y contraproducentes.
“No aspires a trabajar en una empresa SEGURA, aspira tu a ser una persona SEGURA en cualquier rol de tu vida”